La situación de confinamiento actual a raíz de la pandemia por Covid-19, ha traído a nuestras vidas un cambio de hábitos y rutinas. Nuestra naturaleza como seres humanos hace que tendamos hacia lo ya conocido, pues es donde encontramos la sensación de seguridad. Experimentar cosas nuevas siempre implica un grado de incertidumbre y eso nos genera cierta inquietud física y emocional.
A veces es la motivación y la curiosidad lo que nos impulsa a probar cosas nuevas… y otras, la necesidad. Durante estas semanas, muchas personas se han visto en esta necesidad de requerir atención psicológica online, ante la imposibilidad de hacerla de forma presencial. Para sorpresa de muchas de ellas, la experiencia ha sido mucho más positiva de lo que hubieran imaginado. Encuentran en la terapia online una alternativa que además de ofrecer las mismas garantías que la terapia presencial, no carece de calidez ni sintonía.
Entiendo tus dudas acerca de la terapia online, yo también las tuve en su momento. La incertidumbre, el no saber como va a ser esa experiencia para nosotros, si va a ser valida o no… puede paralizarnos. El miedo tiene una función, que es protegernos ante aquello que es desconocido. Acojamos ese miedo y preguntémonos que es mejor; si dejar que el miedo nos impida acceder a la atención emocional que necesitamos o si le cogemos de la mano y solicitamos una sesión para tener la experiencia en primera persona y a partir de ahí poder decidir.
Si te lo estás planteando y todavía tienes dudas, puedes probar a hacer una consulta y decidir por ti mism@. Comparto contigo la experiencia de algunos pacientes a quienes atendía de forma presencial y que se han decidido a hacer terapia online por primera vez a causa del confinamiento. Ellos también tenían sus dudas… y consiguieron despejarlas.
Tengo que decir que he tenido la suerte de dar con una gran profesional que me está ayudando mucho en todo mi proceso de terapia.
En todos estos meses me has acompañado y ayudado a gestionar esas emociones que en muchos momentos de nuestra vida, por determinadas circunstancias, son de difícil manejo y se nos escapan de las manos. He aprendido mucho gracias a ti.
Cuando llegó toda esta situación del coronavirus me vine un poco abajo porque suponía suspender mi terapia, puesto que no confiaba mucho en la terapia online, ya que lo veía más frío a la hora del tratamiento. Tengo que decir que estaba muy equivocada, a pesar de no estar cara a cara (in situ) con la terapeuta, no hay mucha diferencia, por lo menos contigo, Sara. Haces que las sesiones sigan siendo tan productivas y eficientes como en persona y tras haberlo dejado un par de semanas por esa falta de confianza en la tecnología, me alegro mucho de haber vuelto. Pues, a veces, tenemos ideas preconcebidas que no se corresponden con la realidad y es necesario experimentar las cosas antes de juzgar….cosa que también he aprendido con esta experiencia.
Así que, muchas gracias por facilitarnos el seguimiento terapéutico vía online, en esta situación tan dura que estamos viviendo y que nos impide salir de casa. Para mí ha sido muy importante.
Carmen, 37 años.
Tras el comienzo del confinamiento dejé de hacer terapia con Sara ya que hacerla por vía móvil no me terminaba de convencer. Según pasaron los días me vi en la necesidad de hablar con ella y accedí a hacerlo por videollamada, temía que fuese una pérdida de tiempo porque era obvio que el ambiente no es el mismo y esa sensación de falta de contacto y frialdad no me motivaba pero haciendo la videollamada en una habitación tranquila de casa me sentí muy a gusto. Sara es una profesional y una persona muy dulce y amable, es muy agradable tener a una persona como ella en momentos de necesidad emocional. Por supuesto seguiré trabajando con ella por videollamada, ha sido una experiencia mucho mas cercana y agradable de lo que me podría imaginar. Gracias por todo, Sara.
Alba, 32 años.
Cuando salí del CEADAC (Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral), después de unos largos e intensos meses de durísimos trabajos de rehabilitación física, cognitiva, emocional y psicológica, consecuencia todo ello de dos operaciones de un cavernoma cerebral, con diferentes derrames venosos y complicaciones en el encéfalo, la sensación de desamparo, vacío y abandono, que quedaba en mi interior pensé que no podría superarla con nada
Tras una lucha de diecinueve meses sin descanso, mi cabeza había dicho “basta”, y el abandono no era una opción, se había convertido en un nuevo camino.
Pero fue mi mujer Lidia la que hizo cruzar a Sara en mi camino, y ese día lo tendré que recordar como un nuevo renacer…y ya no sé cuantos llevo en tan poco tiempo.
Trabajar con Sara ha supuesto un antes y un después en mi recuperación mental, emocional, psicológica y, lo más importante para mí, consciencial.
Tenía claro que aplazar la terapia neuropsicológica, no era una opción para mí, cuando comenzó esta pandemia que nos encerró sin fecha de volver a la calle de forma segura, y no por ser una muleta, ni un enganche psicológico, sino como herramienta y arma en mi pelea, aunque en ni trabajo con Sara he sido consciente que ya no tengo que pelear… tengo que vivir.
Por eso, mi objetivo era seguir con el trabajo iniciado de manera presencial en las sesiones, aunque fuera más complicado y más impersonal…
Mi sorpresa y mi alegría, la representó mi primera sesión “online” con ella. Sentir esa calidez, esa enorme profesionalidad y por encima de todo, ese cariño a través de una pantalla de ordenador, sin perder nada de conexión personal, cercanía y equilibrio, supuso para mí algo mágico. De principio a fin de la sesión, me sumergí en el trabajo y no caí en la cuenta de estar a kilómetros de distancia de mi terapeuta, hasta que no di al “clic” de finalizar la llamada.
Quiero darle las gracias de corazón a Sara por todo su esfuerzo y su labor, por continuar con el acompañamiento de personas como yo, que queremos seguir mejorando a todos los niveles a pesar de todas las dificultades y baches.
Santiago, 48 años
Conocer la experiencia de estos tres pacientes ha sido un regalo para mi. Estoy enormemente agradecida por su disposición para escribir unas lineas acerca de su vivencia; y más todavía sabiendo que ha sido tan positiva y recomendable para otras personas. Una vez más compruebo que la cercanía nada tiene que ver con la distancia.
Si todavía tienes dudas acerca de la terapia online, puedes llamarme con total confianza y después decidir que es lo mejor para ti.
Estaré encantada de acompañarte, si así lo decides 😉
☎️: 640 09 14 70
📧: consultame@saragarzaranpsicologia.com
Sara