Caricias que dejan huella
Mañana mismo es 14 de febrero y como cada año los medios de comunicación y nuestro entorno más próximo nos recuerdan que llega San Valentín, patrón de los enamorados. Los comercios nos invaden de ideas y promociones para agasajar a nuestras parejas a través de regalos y así demostrarles lo mucho que les queremos. Hay quienes se muestran desinteresados ante la idea de celebrarlo y otros muchos que optan por hacer algo especial que les recuerde el amor que sienten hacia sus parejas. Cualquiera de las opciones está bien, no hay reglas de cómo vivir o celebrar el amor. Siéntete libre, guíate por tu corazón, pues que mejor día para hacerlo! 😉
El motivo de esta entrada es hacer una pequeña invitación a la reflexión. Un regalo es sin duda un tipo de caricia. Sin embargo, en muchas ocasiones obviamos que la mayoría de ellas, las verdaderamente autenticas, nos son regaladas a diario; pequeños y grandes gestos que pasan habitualmente inadvertidos.
¿Qué tal has dormido?
Coge el paraguas, que hoy llueve…
Un beso
Te recojo y te invito a merendar
Te quiero
Una caricia
¿Hay algo que pueda hacer por ti?
Tengo ganas de verte
¿Quieres un abrazo?
Cogerte de la mano
Te he echado de menos
¿Y tú? ¿Reconoces alguna de estas caricias en tu vida?
Las palabras y los gestos amorosos son los regalos que menos cuestan y lo que más huella dejan. Te animo a tomar conciencia de ellos para que puedas sentirte reconocid@ y amad@ por tu compañer@ de viaje sin necesidad de recrearte en los bienes materiales.
Feliz día del amor
Sara