Todas las personas en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido sobrepasadas por las circunstancias, hemos experimentado insatisfacción o hemos sentido miedos e inseguridades que nos han impedido enfrentarnos adecuadamente a determinadas situaciones vitales.
La psicoterapia es un tratamiento realizado por un profesional cualificado, un psicólogo-psicoterapeuta, que utiliza sus conocimientos sobre el desarrollo y funcionamiento psicológico del ser humano junto a una serie de técnicas, para ayudar a otras personas a resolver aquellos conflictos o dificultades presentes en sus vidas que les generan malestar emocional.
En ocasiones esas dificultades están relacionadas con la situación actual que nos afecta, mientras que en otras, se trata de problemas más profundos que nosotros mismos relacionamos con vivencias del pasado que no hemos podido resolver y que se vienen repitiendo una y otra vez en nuestras vidas. Puede tratarse de pérdidas (empleo, pareja, fallecimiento de un ser querido…) y duelos no resueltos, experiencias traumáticas vividas, enfermedades, dificultades laborales o de relación (con los padres, amigos, pareja, jefe…), etc.
En psicoterapia, existen diferentes enfoques o formas de abordar los problemas que las personas traen a consulta. Mi enfoque parte de la filosofía de la psicología humanista.
La psicología humanista, surgió a mediados del siglo XX ahondando en una nueva forma de contemplar al ser humano no considerada hasta entonces por las corrientes psicológicas presentes en ese momento: enfatiza cualidades tan profundamente humanas como la conciencia, la capacidad de elección y transformación interior, las emociones, la creatividad… Pone en valor al ser humano como un ser único y especial, con una capacidad inherente de crecimiento y autorrealización.
Dentro de este enfoque humanista, existen a su vez diferentes teorías, cada una de las cuales aporta un punto de vista que enriquece y complementa lo que conocemos sobre el funcionamiento psicológico del ser humano.
La Psicoterapia Humanista Integrativa, el enfoque en el cual me he formado, integra conceptos teóricos y técnicas procedentes de diferentes escuelas de la psicoterapia humanista:
Además, contempla al ser humano de un modo integral, teniendo en cuenta e integrando todas las dimensiones que lo constituyen: el cuerpo, las emociones, los pensamientos y la conducta.
Durante la terapia, la persona que solicita ayuda comparte sus inquietudes, sus dificultades, sus miedos… La labor del psicólogo-psicoterapeuta es proteger el proceso de terapia y acompañarle a aclarar la situación que está viviendo, mediante el dialogo, mediante preguntas que le inviten a pensar y explicaciones que le ayuden a entender, así como a través de otras técnicas. Todo ello, favorece que la persona vaya identificando cual es su comportamiento, cuáles son sus pensamientos, sus emociones o cómo reacciona su cuerpo en relación a la situación que está viviendo, descubriendo que es lo que hay detrás de las dificultades presentes en su vida. De este modo, podrá decidir lo que verdaderamente necesita y pondrá poner en marcha los recursos que le permitan afrontarla, para así poder alcanzar un mayor nivel de bienestar.
Además, a lo largo de este camino, se irá produciendo un proceso de transformación interior en el que la persona comenzará a vivir con una mayor autenticidad y en mayor armonía consigo misma, favoreciendo su autonomía y su autorrealización personal.
La relación terapéutica, es decir, el vínculo que se establece entre el terapeuta y la persona que acude a terapia, es la base del proceso de terapia. Poco a poco se va creando una relación cálida, de respeto, confianza, intimidad y aceptación incondicional. El terapeuta no juzga ni decide por la persona que acude a terapia, es ella misma quien va a ir descubriendo qué es lo que necesita y ambos van a ir trabajando de forma comprometida para alcanzar aquello que esta desea conseguir.
… todo ello sin olvidar la oportunidad que nos ofrece la psicoterapia humanista de ahondar en nosotros mismos, favoreciendo el autoconocimiento, permitiéndonos estar más en contacto con nosotros mismos y con lo que nos rodea, aprendiendo a cuidarnos, a tenernos en cuenta, a respetarnos y a poner límites sanos en nuestras relaciones.
Sea cual sea tu situación, no estás solo/a, estoy segura de que con el apoyo y los recursos adecuados podrás superarla y continuar adelante. Si lo que necesitas es aclarar si puedes afrontar solo/a tu situación o necesitas ayuda, quizás pueda ayudarte. Te animo a leer el siguiente artículo: ¿CÓMO SÉ SI NECESITO AYUDA PROFESIONAL O PUEDO AFRONTAR SOLO/A LA SITUACIÓN QUE ESTOY VIVIENDO?. Si sientes que puedo ayudarte, cuenta conmigo.